El fanático que viajó a once mundiales de futbol

Sergio Dovio se prepara para vivir en Catar un nuevo Mundial. Una aventura que comenzó en 1978 con el primer campeonato del mundo ganado por Argentina anfitrión de un torneo inolvidable. Y fue tan fuerte la experiencia que aquel impulso inicial se convirtió inmediatamente en una pasión sin fronteras.

Es que después de aquella primera vivencia su entusiasmo se transformó en un rutina que agendó como una actividad más de su vida y desde entonces no pasa año en que no se lo encontrara registrando con su cámara un gran acontecimiento deportivo, con excepción del 2021 como consecuencia de la pandemia mundial por el coronavirus.

Es por esa razón que después del fútbol su horizonte de coberturas se amplió a otros escenarios y eventos como Juegos Olímpicos de Verano e Invierno; Juegos Olímpicos de la Juventud estivales e invernales además de campeonatos panamericanos y sudamericanos; Copas América; mundiales de básquet; patín, vóley, esquí; ajedrez; sumo; béisbol, rugby Sub-20 y Seven; varios Grand Slam de tenis; Tour de Francia, competencia de Fórmula Uno; partidos de NBA e incluso Juegos Paralímpicos.

Acontecimientos que también lo fueron metiendo a través de este oficio de contar que es el periodismo en una afición paralela pasando en este sentido por diversas ramas de la profesión que lo tuvo siempre como colaborador, sea en calidad de cronista radial, televisivo, redactor ocasional y, desde el 2000, como fotógrafo free lance donde encontró un espacio para retratar los mejores momentos del deporte: la alegría, la bronca, el gesto impensado, la gloria eterna o la tristeza infinita.

Con este bagaje de experiencias y recursos, Sergio Dovio a su manera también juega su propio Mundial, con la misma pasión e ilusión que millones de argentinos, pero con un privilegio único: estar a metros de los protagonistas.