Fútbol

|
26/04/2020

Garra, fútbol y unión, una suma que valió quedar en el recuerdo

Foto: gentileza.
Foto: gentileza.
Hace más de 30 años, el seleccionado sub19 de la Liga Deportiva Confluencia brilló a nivel nacional. Fue en la última edición de la copa Interligas. El recuerdo del roquense Alejandro Kunz, goleador de ese equipo.

Todo nació en silencio y terminó haciendo mucho ruido. Fue una campaña brillante, que afianzó sueños personales, amistades y que dejó bien arriba al fútbol del Alto Valle rionegrino. Hace 31 años, en el verano de 1989, el seleccionado sub19 de la Liga Deportiva Confluencia se consagró subcampeón del último torneo Interligas, una cita nacional que unió a seleccionados de todo el país, en diferentes fases. Para todos, era la conocida Copa "Adrián Béccar Varela".

Para una generación, como el del que escribe esta nota, era tiempo de infancia junto al fútbol y en lo personal, pese a la corta edad, de escuchar los partidos de la radio (transmitía LU19) y esperar por el diario del lunes, ver las fotos y síntesis de este joven equipo que fue creciendo y ganando solidez con el paso del certamen.

El torneo fue Interligas, la Copa Presidente de la Nación, certamen que duró muchos años, pero que tuvo su última realización en 1988 y 1989, justo el de la mencionada campaña del combinado de la Liga Deportiva Confluencia.

Con el DT Roberto "Tato" Gugliara al frente del seleccionado, el plantel se reunía dos veces por semana y se preparaba, por lo general en el campo de juego de Unión Alem Progresista de Allen, para este nuevo desafío.

El grupo tenía a jugadores, clase 1969 y 1970, con mucha proyección y varios ya asomaban en primera división en sus clubes y hasta algunos tenían la posibilidad de ir a pruebas a clubes de AFA. Varios llegaron lejos y otros se quedaron en la zona, pero afianzados en primera, jugando B Nacional y competencias clásicas como Torneo del Interior. Y entre ellos surgen los nombres de Roger Morales, Hernán Salamana, Alejandro Kunz, Rubén Pieretti, Fernando Iglesias, Juan Amann, Marcelo Chersanovich, Marcelo Ramírez y Aníbal Iachetti, entre otros.

El equipo tuvo en sus filas Guillermo Grassano y Carlos Monsalves como arqueros; Horacio Boyé, Néstor Caniucura, Juan Amann, Carpio, Rubén Pieretti, 
Fernando Iglesias y Pablo Villar eran defensores; Roger Morales, Fabián Langa, Anibal Iachetti, Fabián Rojas y Sepúlveda, entre los volantes. Y los delanteros eran Juan Montecino, Hernán Salamanca, Marcelo Chersanovich, Marcelo Ramírez y Alejandro Kunz.

La campaña, siempre con partidos de ida y vuelta, arrancó con la primera eliminatoria provincial y el comienzo fue contundente: 3-0 y 3-1 ante Lifuba, la Liga de Bariloche.

Y la Confluencia se convirtió en el mejor seleccionado de Río Negro luego de superar 3-0 y 5-1 a la Liga Rionegrina.

El nuevo desafío fue la etapa Regional y el clásico ante la Liga Neuquina, Lifune. Hubo triunfo 1-0 y empate 2-2 para seguir en carrera.

Con 6 partidos jugados (5 triunfos) y un mayor conocimiento entre todos, el rendimiento y la confianza fueron en ascenso. Los octavos de final del torneo, la definición del mejor de la Patagonia, fue ante la Liga del Valle del Chubut. El triunfo 5-3 en casa y la primera caída (1-0 de visita), metieron a la Liga Confluencia entre los ocho mejores.

La próxima instancia fue con el representante de Cuyo, la Liga Sanrafaelina de Mendoza que eliminó con claridad a la Liga de Santa Rosa, La Pampa. Hubo triunfo 2-1 como local y caída 3-2 como visitante, pero el hecho de haber marcado más goles de visitante fue el factor que definió la serie y el pase a semifinales.

Las semifinales se iniciaron en 1989. El 8 de enero, el gol de Alejandro Kunz valió un importante 1-1 como visitante ante la Liga de Pergamino de Cantoni y D´Amore, dos jugadores que luego jugaron muchos años en B Nacional con Douglas Haig. El 0-0 en casa permitió hacer valer el gol del "Ruso" para acceder a una espectacular final.

Y la definición por el título fue ante la Asociación Rosarina de Fútbol, un gran equipo que con el paso de los años tuvo a varios de sus jugadores llegando a brillar a nivel nacional e internacional, e incluso como entrenadores. En ese equipo jugaban Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo y Ricardo Lunari (tres ex Newell´s y que jugaron en el seleccionado argentino y a nivel internacional), el arquero Roberto Cabrera (ex Talleres, Atlético Rafaela y Atlético Tucumán) y el volante Fernando Forletta (en 1990 debutó en Rosario Central), entre otros. 

El encuentro de ida fue nada más y nada menos que en el estadio de Newell´s, en Parque Independencia. Y el 22 de enero, los chicos valletanos dejaron todo. Se sobrepusieron a la expulsión de Roger Morales (19m del complemento) y al gol de Lunari (27m del complemento) para rescatar un gran punto. A los 39 minutos, Kunz, de "palomita", le ganó a Pochettino y toda la defensa rosarina y puso la pelota lejos de Cabrera para sellar un excelente 1-1.

Para la vuelta, todo estaba listo para una gran fiesta, pero el país vivió una complicada semana y la revancha se retrasó. Entre el 23 y 24 de enero, hubo un intento de ocupación de la Guarnición de Ejército "La Tablada" del Ejército Argentino​ en la provincia de Buenos Aires, por miembros del Movimiento Todos por la Patria (MTP).

El desquite pasó para el sábado 4 de febrero. Y pese a la entrega, los rosarinos fueron más prácticos y ganaron 2-0 pese a los intentos de la Confluencia que buscó y buscó.

La Liga Rosarina se quedó con la Copa Presidente de la Nación, la Liga Confluencia sumó la Copa Intendente y la Tucumana (la más ganadora de la historia con 8 títulos) fue tercera. 

Fue la última vez que se jugó este atractivo certamen y para todo ese plantel de la Confluencia quedó un gran recuerdo, una excelente experiencia vivida y a muchos los sigue uniendo una amistad que es para toda la vida.

"Fue un grupo humano muy lindo y muy unido"
Fue una pieza muy importante en el esquema del seleccionado, aportando goles valiosos. El delantero Alejandro Kunz, quien por entonces defendía la camiseta de Deportivo Roca, tiene muy frescos los recuerdos de aquélla brillante campaña.

"Pasaron más de 30 años de esa campaña y sigo hablando con muchos chicos del equipo, nos une una gran amistad. Y eso habla del excelente grupo que se armó para este certamen. Eramos chicos, pero grandes. Digo esto porque hubo mucho compromiso y responsabilidad. Era momento de viajes de estudio y dejamos todo de lado por entrenar y dar lo máximo por el seleccionado. La meta de todos eran entrenar y rendir de la mejor manera. En mucho casos queríamos vivir del fútbol y llegar bien lejos", contó Alejandro, nacido el 4 de octubre de 1969 y que tenía 19 en ese recordado torneo.

Kunz fue goleador de ese equipo y no olvida sus propios festejos, pero en ese especial, el crecimiento que tuvo el equipo con el paso del certamen. "Nos fuimos conociendo a medida que se avanzaba y con ello se afianzaron nuestras fortaleces y trabajamos sobre los errores y debilidades. Y por supuesto, haber llegado a la final fue algo soñado. Y cuando nos juntamos, siempre hablamos de esa serie con la Liga Rosarina y la linda chance que tuvimos con la revancha en casa, pero creo que la ansiedad y un poco de presión nos jugaron en contra. La segunda final no se jugó al partido siguiente en Newell´s porque sucedió lo de La Tablada y la espera se hizo más larga y la ansiedad jugó su papel. Igual, es un recuerdo inolvidable", concluyó el "Ruso". (TodoRoca)


Garra, fútbol y unión, una suma que valió quedar en el recuerdo