Redes Sociales, Libertad de Expresión y Odio.

Hace un tiempo podemos observar que las redes sociales pasaron a ser los sitios en donde todos pueden manifestarse libremente y con un nivel de agresión y odio que lleva a pensar que solo se usa para hacer catarsis. Si bien está perfecto el no coartar ningún derecho y sobre todo uno de los más importantes como el de expresión, indirectamente se puede observar que se auto suprimen el de la identidad, desde la óptica de saber quién es el que está comentando u opinando, porque quienes se expresan libremente no lo hacen con su nombre de pila, sino con un seudónimo, como usuario,  que los ayuda a ocular su opinión que a veces es ofensiva, discriminatoria, descalificante, que no conducen a nada más que a producir en quien se expresa descargar toda su ira contra quien se encuentra en la publicación.

Desde ya que aquí colisionan el derecho de expresión, con el de conocer la identidad, y hasta hoy prima el primero. Al no dejar rastros por no conocer la identidad de quienes se expresan, el o los afectados nunca van a poder accionar contra quienes ofenden, denigran, acosan, amenazan, etc.

Para los sin nombre de las redes deberían entender que Twitter, Facebook entre otras redes, son una nube que solo ayudo a generar una miopía en los políticos que solo se apoyan en ese reduccionismo para hablar del pueblo o de la gente, habiendo llevado a lo que hoy vemos, un pueblo con una realidad paralela a la que llevan todos los que tienen una responsabilidad gubernamental. Nadie por más libertad de expresión puede tomar como propio un comentario que provenga de una identidad que no sea fehaciente, pero, sin embargo, así se está viviendo la realidad política, mediática.

Ninguna herramienta relacionada a los contenidos que se encuentran hoy en internet son maliciosos, pero se ha generado una industria de los haters que son personas que muestran actitudes negativas y hostiles ante cualquier asunto. Es una palabra fuerte ya que se puede traducir como “persona que odia”. Si partimos de este término podemos notar que nada bueno sucede desde el ocultamiento de la identidad, porque la violencia con la que se manejan desde el anonimato es una acción para generar ni más ni menos que una reacción. Y esto sabemos que en diferentes momentos de nuestra historia, sin redes sucedió, solo debemos imaginarnos que hoy el uso irracional, ante la acción, la reacción, podría terminar con la paz social por la negligencia del uso del anonimato.

Lo ideal:

¿Qué solución, aparte de que los políticos dejen de usar las redes como una extensión de su voz, se puede encontrar?.  En principio no coartando ningún derecho, pero si exigir que se respeten todos. Al ser comentarios no hay fuente que se deba preservar, por ende quien se esconde detrás de un seudónimo no estaría amparado por este principio. El que use un usuario que no sea su nombre de pila, tendría que regularse desde los comentarios, ya que, si son fomentando el odio, o son con opiniones descalificantes, para con personas privadas o públicas deberían ser bloqueados, así como se bloquean las imagines que vulgarmente se las denominan que muestran de más o son sensibles.

Lo único que queda por hacer:

Para saber si está hablando con un perfil falso en redes sociales: Revise la foto de perfil, la información del perfil, si tiene amigos en común, revisar su cantidad de amigos, revise las publicaciones en las que su contacto ha sido etiquetado, si se niega a hacer llamadas, videollamadas o a enviar fotografías. Caso contrario denuncié el Perfil.

Entiendo que hay que tener tiempo, y no todos lo tienen para realizar estos consejos, pero hasta que no se realicen acciones positivas que condenen lo desmedido es lo que hay…

José M.·. E.·. Suárez San Sebastián- [email protected]