Canotaje

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14/01/2021

“Siempre la elijo correr, no me banco verla desde afuera”

“Siempre la elijo correr, no me banco verla desde afuera”
“Siempre la elijo correr, no me banco verla desde afuera”
Rubén Edgardo Salazar va por su 31º participación en la Regata del río Negro. El reconocido palista, formador en la Escuela Náutico Basilio Villarino, es palabra más que autorizada para analizar a la reconocida travesía.

"Me preguntas cuántas regatas llevo y la verdad es que…ufff… ya perdí la cuenta". Con sonrisa de por medio, así arranca la entretenida charla, que prometió ser breve y duró más de media hora, con Rubén Edgardo Salazar, "Cachavacha" para todas y todos. El reconocido palista y formador en el “semillero” local y zonal a partir de su trabajo al frente dela Escuela Náutico Basilio Villarino, estará otra vez como protagonista en la Regata del río Negro. El sábado en la Isla Jordán, en Cipolletti, iniciará su 31º participación en la clásica prueba del canotaje nacional.

Nacido el 22 de agosto de 1955, con 65 años, Rubén lleva más de 35 años en un deporte que ama y 23 en la enseñanza desde los comienzos en el club Apycar hasta el armado y la consolidación del trabajo en la Escuela Náutica Basilio Villarino que el 30 de este mes cumplirá 21 años.

El diálogo lleva a “Cachavacha” a esforzar la memoria y entre risas y repetidos “uff”, acepta el desafío. “Creo que mi debut fue allá por 1987 o 1988, lo seguro es que fue con poco más de 20 años y en la última Regata larga. Era carreras con 15 etapas. Después tuve la suerte de siempre acompañar a las divisiones que se iban sumando y pasé por todas, por el K2 Caballeros, por el Mixto, por el K4 y desde 2005 estoy en K1. Si las cuentan no salen mal, voy por mi presencia 31”, afirmó el experimentado palista quien volverá a representar al club Deportivo Roca.

Es una carrera exigente y cada uno tiene su objetivo. Para muchos es un resultado y para Rubén es el de intentar de disfrutar todo lo que se pueda. “Disfruto mucho arriba del bote. Ya no puedo hacer lo de antes, entrenar 3 ó 4 días en la semana, pero lo físico ya no importa y pasa por la cabeza. Sé que no puedo hacerme el loco y debo cuidar el ritmo, ir de menor a mayor en el río, etapa por etapa. A esta llego con cuatro bajadas que pude hacer con mi amigo Roberto Nordeström que ahora vive en Allen. Ojalá pudiera entrenar más, pero hoy la prioridad es la Escuela y enseñar. Igual, con la Regata, elijo siempre correr, no me banco verla desde afuera. Lo peor que hice una vez fue no correr y verla desde afuera. Sufrí mucho y no me la banqué. Nunca más”, se sinceró Salazar.

La Escuela, su gran amor
El propósito de la cita es hablar de la Regata, pero la charla lleva, de manera inevitable, a hablar de la Escuela y para Rubén es la prioridad y le encanta repasar inicios, historia y presente. “Primero estuve en el club Apycar, me llamaron para trabajar, lo recuperamos con la presencia de varios chicos. Eso fue hace como 23 años y entre ellos estaban Javier Rodríguez, David Crespo y varios palistas que siguieron creciendo. De ahí, luego de dejar el club, pasé al Canal Grande y allí encontré mi lugar. En 2000, en una emocionante llegada de la Regata en la etapa de Conesa, iba llegando con el K1, pasó por la meta y estaban Alejandro Kunz, por entonces Secretario de Deportes de la provincia, y Gustavo Cirilo y les comento la idea al paso y allí arrancó todo. Ale me dio el ok, nos acompañó, proyectamos y me impulso. En enero de 2000 ya estábamos arrancando con la Escuela. Por entonces trabajaba en Flores Automotores, no tenía chicos para comenzar y la difusión la inicié con mis compañeros de trabajo y fueron sus hijos los primeros en sumarse”, recordó Salazar sobre el inicio de una historia que pronto llegará a 21 años de vida.

La cabeza está puesta en la Regata, pero su corazón en la Escuela. “Es mi laburo y me encanta enseñar. Es muy lindo poder hacer cosas para ver crecer a tú deporte. Igual, todo sería imposible sin Norma Guajardo. Ella timonea, realiza gestiones, me motiva, apoya, alienta y sin ella todo sería imposible. Es la que me impide aflojar cuando las cosas no van bien. Y bueno, la Escuela sigue creciendo y creciendo aunque hay gente que diga lo contrario. A veces pedimos ayuda y nos dicen que no, pero seguimos. En este 2020 agrandamos la bajada y para nosotros fue un gran logro. Poder tener medio centenar de chicos y chicas en las clases y ver a palistas que en el pasado estuvieron en la Escuela y hoy siguen creciendo, nos llena de felicidad”, agregó quien dirá presente en la división K1 Master B.

“Una Regata menos extensa nos ayudará a todos, es justo”
El sábado, la prueba abrirá un nuevo capítulo, con 7 etapas, pero variando la extensión de los parciales y para “Cachavacha” es algo muy positivo para todos, en especial por la preparación distinta que se realizó por la pandemia del coronavirus.
“Que se haga más corta es muy bueno porque no todos pudimos entrenar de la mejor manera, la preparación fue diferente por todo lo que estamos viviendo. Y habrá especiales distintos, con menos exigencia para el cuerpo y también es lindo poder llegar a otros lugares. Arribar, por ejemplo, a Fortín Lagunita, en Ingeniero Huergo, estará muy bueno porque es un lindo lugar. Se va a disfrutar más, creo que se va a sufrir, pero menos (risas). Una Regata menos extensa nos ayudará a todos, es justo”, agregó Rubén.

Antes de dejarlo seguir con su agenda semanal, el último pedido tiene que ver con los recuerdos y Salazar vuelve a buscar entre cientos. “Son muchos, pero me acuerdo de una llegada, con el K4, a un casi nuevo Puente Villarino. Recuerdo que iban llegando los K2, con un nivel impresionante y una lluvia de papelitos, armada por muchos espectadores, recibió a todos y por un momento se nubló el ciento de tanto papel. Fue emocionante. En realidad, siempre llegar es emocionante. Esa vez peleamos por el tercer puesto y fue una muy linda Regata. Y después hay muchos más, como también algunos tristes, provocados por temporales de viento que obligaron a resguardarse y me acuerdo de una experiencia triste vivida hace unos años con una especie de huracán que pasó y que lamentablemente, en 2016 si mal no recuerdo, provocó la caída de árboles y la muerte de dos personas. Fue un desastre”, repasó el palista que ya tiene todo listo para afrontar un nuevo desafío.

“No quiero despedirme sin agradecerle al club Deportivo Roca, al profesor Omar Aimar quien trabaja en Educación de la provincia y en especial a Norma Guajardo por todo el apoyo y por estar siempre. Va a ser una linda Regata y la voy a tratar de disfrutar al máximo”, concluyó “Cachavacha”, gran protagonista de la historia de la tradicional competencia. (TodoRoca)

“Siempre la elijo correr, no me banco verla desde afuera”
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