Canotaje

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12/01/2021

En el río Negro, los hermanos Rodríguez van por más

Javier y Gustavo entrenando. Ahora estarán en K2 Master.
Javier y Gustavo entrenando. Ahora estarán en K2 Master.
Javier y Gustavo, campeones en 2019 y 2020 en Travesía B, largarán el sábado en K2 Master en el nuevo capítulo de la Regata. Pasión, garra y mucha unidad para afrontar un nuevo desafío.

Como siempre, quieren y van por más. Apoyados en la constancia, la garra, la dedicación, el esfuerzo y en especial, en la familia, la meta es volver a ser grandes protagonistas en la Regata del río Negro. Los hermanos roquenses Javier y Gustavo Rodríguez, ganadores en 2019 y 2020 en la categoría Travesía Caballeros B, pegaron el salto y este sábado, en Cipolletti, largarán en K2 Master, buscando ganar otra linda experiencia.

Javier y Gustavo, con un bote prestado por Cecilia Collueque, han trabajado de manera intensa y como muchos palistas, repartiendo el tiempo entre las obligaciones laborales, la familia y la pasión por remar en el río. La división K2 Master tiene 5 embarcaciones y los hermanos representarán al club Apycar, algo que también los llena de orgullo y emoción.

La requisitoria para la nota encontró a los Rodríguez entrenando y dejando todo listo para la exigente travesía que este año, en tiempos de pandemia, será muy especial y diferente para todas y todos.

“Perdona que no pude responder el celu antes, pero justo estamos ajustando los últimos detalles, ya falta muy poco (risas)”, responde, con la amabilidad de siempre, Javier (47), el más grande los hermanos y quien ya en la década del ´90 le ponía mucho corazón a cada remada. Gustavo tiene 41 y antes de enamorarse de la Regata, dio siempre lo máximo por las dos ruedas, por el mountain bike. Hace tres años, juntos, comenzaron a escribir grandes capítulos en la historia de la tradicional prueba que desde el 16 y hasta el 23 de este mes, unirá aguas cipoleñas con viedmenses.

Como todo deporte amateur, las ganas y constancia están por encima de todo y los experimentados roquenses saben mucho de ello y trabajaron de manera muy seria y planificada bajo los entrenamientos armados por la reconocida Cecilia Collueque. Javier está radicado y trabaja en Neuquén y Gustavo lo hace en como panadero en suelo roquense. Uno viaja seguido y el otro arranca su día a las 3 de la mañana. Los dos sacrifican tiempo personal y familiar por la pasión de viajar juntos y disfrutar en el río.

“Llegamos bien, pero está claro que ha sido un año, el que se terminó y lo que va del nuevo, complicado. Para nadie ha sido fácil. Veníamos bien, con un gran trabajo que nos armó Ceci (Cecilia Collueque, pero la pandemia nos frenó y nos obligó a parar. Y para esta Regata nos animamos a un poco más y cambiamos de categoría. Lo pensamos y dijimos ¿Por qué no? Y acá estamos. No es fácil el cambio, nos falta la velocidad que teníamos con el travesía, pero confío que con el paso de las etapas vamos a ir muy bien, mejorando mucho”, contó Javier sobre la preparación.

Cada Regata es siempre diferente y el desafío es siempre grande. Y mucho más cuando hay cambio de bote y categoría, pero los Rodríguez tienen un ventaja: el conocimiento mutuo y todo lo muy bueno que pudieron cosechar en las dos últimas citas.
“Creo que la experiencia y el conocimiento nos van a ayudar y mucho para suplir lo que comentaba anteriormente. Hay mucha confianza de uno hacia el otro, nos conocemos muy bien, tenemos mucha ganas y hemos trabajado y entrenado a conciencia, respetando todo lo planificado. Insisto, creo que todo eso va a ser vital para ir creciendo con el paso de la prueba”, agregó Javier, reconocido guardavidas y quien regresó en 2018 a la Regata para correr en un K1.

"Nunca imaginamos todo lo que pudimos lograr"
Luego de la experiencia de retorno individual, Gustavo se entusiasmó, Javier se contagió del mismo y comenzaron a entrenar juntos, mirando, de reojo, la chance de participar en familia en 2019. Y así se dio.

“Arrancamos a entrenar en el invierno, con el río crecido y con muchas ganas. Y con el paso del tiempo nos fuimos sintiendo mejor y cuando llegó el momento de entrenar en grupo, con otros palistas, nos dimos cuenta que íbamos bien y decidimos correr juntos en 2019. Y fue emocionante, primero estar juntos en el río y luego disfrutar de todo y ni hablar, del triunfo. Al año siguiente, todo fue emocionante. Ya con un poquito más de experiencia vivimos todo de manera increíble, pero creo que todo fue producto de un trabajo disciplinado, organizado y del esfuerzo realizado. En esto debemos estar muy agradecidos a Cecilia y sus entrenamientos. Sí miro hacia atrás debo decir que nunca imaginamos todo lo que pudimos lograr. Igual, insisto, creo que es la suma de muchos factores, el trabajo conjunto, entrenar a conciencia, bien y tener el apoyo, en especial, de la familia”, destacó Javier.

Como todo el deporte, en todo el mundo, esta nueva travesía será diferente por la situación sanitaria que se vive a causa del coronavirus. Y para los hermanos Rodríguez también será muy distinta. El campamento, algo que se disfruta mucho entre los palistas, no los tendrá como protagonistas.
“Me gusta mucho el campamento, la armonía con el río, el sociabilizar con otros palistas, pero en esta ocasión no estaremos. La queremos disfrutar con el viejo (Esteban) y hay que cuidarlo. Así que vamos a alquilar el Choele Choel y Viedma para realizar las etapas en Valle Medio y Valle Inferior. El sacrificio es grande, pero creo que todo vale la pena por tener una muy linda experiencia”, aseguró el mayor de los hermanos.

"Todo será nuevo, pero conocemos bien a la Regata”
Por supuesto, la consulta sobre las expectativas y objetivos no falta. Y el binomio local tiene muy en claro todo lo que se viene y se prepararon para afrontarlo de la mejor manera.
“Es difícil poder decir para que estamos y que podría pasar. Vamos a ir con un bote lindo, preparado por Cecilia Collueque y que anda muy bien, pero no sabemos lo que va a surgir. Somos conscientes que vamos a ir agarrando ritmo y que todo será nuevo, pero conocemos bien a la Regata y vamos a tratar de aprovechar el conocimiento de los primeros parciales. Conocemos y respetamos mucho al río y también es sabido que siempre hay cambios, crecidas, presencia de árboles, que todo se modifica. Y respeto a la prueba, está claro que será distinta, pero que creo que justa para todos los palistas. Y me refiero con ello a que tener etapas más cortas, no tan extensas, ayuda mucho al cuerpo, a no ir al límite y teniendo en cuenta todo lo que estamos viviendo, creo que es lo más justo para todos”, destacó Javier.

Para cerrar, el mayor de los hermanos se refirió a una categoría en la que hay buenos botes y mucha experiencia. “Tenemos mucha fe y confianza en el trabajo. Respetamos muchos a todos los botes y más en una categoría en la que debutaremos. Sabemos que Guillermo Beacon y Santiago Gentile tienen quizás el bote a vencer, pero también están Elio Rivas con Omar Linares, alguien a quien conozco y respeto muchísimo. En fin, hay lindo nivel y todo será aprendizaje. El ritmo es otro, grande y habrá que estar ágil y la capacidad aeróbica será vital
Creo que será otra gran experiencia y por si faltara algo, vamos a representar al club Apycar de Roca, institución que quiero mucho, de la cual llegué a ser presidente en su momento y a la que representó mi papá como palista. Otro condimento que motivará mucho más para disfrutarla al máximo”, concluyó el más grande de los Rodríguez, un apellido que ya está en la historia de la Regata, pero que quiere seguir escribiendo más grandes capítulos. (TodoRoca)