Polideportivo

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28/07/2020

"Es el mejor logro de mi vida y cada día lo valoro más"

"Es el mejor logro de mi vida y cada día lo valoro más"
"Es el mejor logro de mi vida y cada día lo valoro más"
En 2016, Fernando Castro regresó a Roca desde Inglaterra, con el subcampeonato del Mundial de Taekwondo ITF. Cuatro años después es tiempo de revivir el brillante 29 de julio en el que subió al podio en Brighton.

Es tiempo de recordar su mejor día junto al deporte y ello provoca que las emociones tomen protagonismo, quizás uno mucho mayor hoy que el de aquélla jornada del 29 de julio de 2016. Hace cuatro años, el joven roquense Fernando Castro lograba un histórico subcampeonato mundial en la cita ecuménica que el taekwondo ITF tuvo en Brighton, Inglaterra. Con apenas 19 años le dio una gran noticia a General Roca y al deporte regional con una actuación soñada.

Más de 1.400 días pasaron desde ese podio en la misma tierra en la que otro roquense, José Leonardo Ulloa, defendió la camiseta azul y blanca del Brighton y esa cantidad de jornadas le dieron un valor más grande que el que ya tiene esa medalla de plata que luce colgada en el gimnasio (de Pablo Tosoni) en el que entrena. Es que ser protagonista de un Mundial es ya algo espectacular y ni hablar del significado que tiene subirse a un podio y escuchar el himno de tú país.



"Es el mejor logro deportivo de mi vida y cada día lo valoro más. A veces miro los videos y se me pone la piel de gallina. Me emociono mucho. Hoy veo las cosas desde otro punto y quizás eso es producto del crecimiento, el aprendizaje y que uno va ganando más experiencia. En ese momento, luego de caer en la final, era bronca y sentía que había estado muy cerca de llegar a la cima, pero con el paso del tiempo, valoro mucho todo lo conseguido", inició la charla Fernando, nacido el 19 de agosto de 1996 y a punto de cumplir 24 años.

El camino que recorrió hasta ganarse su lugar en el delegación que representó a Argentina no fue sencillo. Fue exigente, duro, pero se encontró con un Fernando sólido, convencido y bien preparado. Con brillantes actuaciones se quedó con uno de los tres lugares que el país tuvo en la categoría de 18 a 35 años, hasta 58 kilos.

"Todo arrancó con los selectivos y el Mundial comenzó en julio de 2015, con 17 años y terminó en Brighton. Es que Argentina tiene un gran nivel de taekwondistas, con mucha paridad y hubo que dar lo máximo para quedar entre los tres de la división. Me preparé muy bien y llegué muy bien desde lo físico al Mundial", destacó Castro quien a los 6 años se inició en la disciplina.

Hacia un gran podio en poco más de media hora
La charla no deja de sumar recuerdos y Fernando responde a cada pregunta como lo hizo siempre en cada una de sus luchas: con decisión y firmeza. Pasaron pocos minutos luego de un nuevo entrenamiento virtual, pero el subcampeón mundial tiene muchas ganas de revivir su inolvidable paso por suelo inglés. 

"¿Qué es lo primero que se me viene a la cabeza sobre ese día? Uff, muchas cosas, muchas emociones. Fue un día intenso, movido, casi sin descansos. En la previa, las peleas preliminares iban a realizarse el viernes 29 y el domingo 31 iba la final, pero no sé que pasó que todo fue dinámico y en el mismo día. Fueron cuatro luchas complejas, todas finales", sintetizó Fernando sobre ese 29 de julio de 2016.



El debut del roquense fue superando al estadounidense Nathaniel Balog. Luego fue turno de dejar en el camino, en cuartos de final, al irlandés - nacido en México - Felipe Garduono y en semifinales, ya con la medalla asegurada, logró el pase a la lucha por el oro tras vencer al inglés Ryan Hamdy. En la final, ya con el cansancio a cuestas, pero muy motivado, dio lo máximo y cayó ante el inglés Jamie McAvoy, doble campeón y doble subcampeón del mundo.
Todo fue muy rápido. Cada lucha tuvo dos rounds de 2 minutos de acción por uno descanso y hubo menos de 5 minutos de intervalo entre cada presentación. 

"La verdad que es que fue un día en el que no me sentí para nada bien. Llegué muy bien al Mundial, pero ese día me sentía algo débil, con la presión baja. Quizás fue producto de los nervios, la ansiedad o vaya a saber que cosas. El plan fue dar todo, no guardarse nada y pelear con el corazón. Superé un duro debut y a los cinco minutos ya estaba en la lucha de cuartos de final. Garduono (Felipe) fue un rival duro también y costó mucho llegarle porque era muy alto. Gané y tres minutos después llegó la semifinal. Y con Hamdy (Ryan) fue todo parejo, con una leve ventaja para mí, pero con un desenlace apretado, cerrado y tratando de no cometer errores. Y en la final dio todo, pero la pelea fue casi toda de McAvoy, salvo unos instantes en el segundo round en el que pude meter unos buenos golpes. Luego llegó el desahogo y lloré todo", repasó Castro sobre sus cuatro presentaciones.

"Subir al podio y escuchar el himno es algo que soñé mil veces"
Fernando brilla en taekwondo, pero es un apasionado por todos los deportes y ni hablar cuando se trata de ver en acción a un o una argentina en acción. La emoción es grande y lo vive de manera muy especial.

"Soy muy hincha de Argentina, de mis colores, muy nacionalista y escuchar el himno en un partido de la selección, de fútbol, básquet, rugby o en lo que sea, me pone la piel de gallina. Me encanta escuchar mi himno y lo que viví en ese podio en Brighton fue increíble. Fue emocionante. Poder estar en el Mundial de mi deporte, mi primer Mundial, ser medallista y escuchar el himno, el algo que no se olvidará nunca. Subir al podio y escuchar el himno es algo que soñé mil veces", afirmó quien recibió su medalla con un rostro que aún tenían lágrimas provocadas por la alegría de lo logrado y la bronca por no quedarse con el oro.



La próxima cita mundialista será en Holanda, en 2022 y Fernando ya trabaja para poder otra vez lucir la celeste y blanca. Los selectivos comenzarán en 2021, pero la carrera para ganarse lugar ya se inició con los entrenamientos, sin descuidar nada.

"Me veo en otro Mundial. No será sencillo, pero sé que gané en experiencia, en tranquilidad y si bien sigo siendo joven, son cuatro años más que ayudaron mucho. Luego de Brighton hice un click y aprendí a ver otras cosas y a prestar atención a más cosas. Miré muchas veces videos de McAvoy y uno tiene que intentar hacer valer la experiencia, a manejar los tiempos, a tener en consideración otros factores. Vengo de un buen 2019, con buenos resultado, salvo la eliminación en primera ronda del Nacional, pero en Panamericano de Uruguay motivó y mucho. Sé que hay un gran nivel de juveniles, muchos chicos con un gran talento y potencial y que cualquiera le puede ganar a cualquiera, pero no me quiero quedar con lo vivido en 2016. No me alcanza y me quiero demostrar que eso no fue casualidad y que puedo repetir", agregó Fernando.

El inolvidable regreso a casa
Pocas horas pasaron luego de bajarse al podio mundialista y Fernando ya quería compartir su gigante actuación con los suyos, con sus seres queridos, pero miles de kilómetros separaban a Brighton de Roca y hubo que esperar. El retorno a la ciudad fue emocionante.



"Luego del Mundial nos fuimos a Londres, a conocer, pero la verdad es que ya quería estar en casa para poder abrazar a la familia y compartir todo lo vivido. Eran sensaciones extrañas. Por un lado de querer disfrutar de esos lugares de Europa, pero extrañando como nunca el volver lo más rápido posible. Y la llegada fue con muchas emociones. Primero en Ezeiza con varias familias de mis compañeros con banderas y un lindo recibimiento y luego la caravana acá en casa, en mi ciudad. La verdad es que antes del Mundial tuve mucha ayuda, de gente conocida y no conocida. Mi único dinero era el que ganaba con las clases de taekwondo y recibimos un gran apoyo para llegar a Inglaterra. Mucha, pero mucha gente me dio una mano y voy a estar toda la vida agradecido", concluyó Fernando.

Hace cuatro años, en el verano europeo, el invierno valletano, Fernando le mostraba al mundo todo su talento y una medalla de plata, que vale oro, relucía colgada en su pecho, haciendo historia para el deporte roquense. (TodoRoca)