Polideportivo

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01/07/2020

Tomás Cofré, talento en el agua y brazadas para soñar

Foto: gentileza.
Foto: gentileza.
Con 16 años, el joven nadador roquense no para de crecer. De la pileta a aguas abiertas, sumando brillantes actuaciones.

Un presente brillante, un prometedor futuro y un talento que se sostiene a fuerza de entrenamientos, brazadas veloces y su pasión por nadar. Con apenas 16 años, el joven nadador roquense Tomás Cofré disfruta de su gran crecimiento, sus brillantes resultados de los últimos meses y espera con muchas ganas por el regreso al agua para seguir confirmando todo ese progreso.

El ascendente nadador, que se metió a la pileta a los 7 años y en la actualidad representa al club Unión Alem Progresista de Allen, nació el 14 de diciembre de 2003, vive en J.J.Gómez junto a su familia, integrada por mamá y abuela. En el CEM Nº 111 está cursando el cuarto año del secundario, es hincha de Boca y no tiene un referente deportivo.

Casi fue fútbol, pero terminó en la pileta
Su relación con el deporte casi comenzó en una cancha y pateando un balón, pero la elección de mamá pesó más. “Arranqué porque tenía que hacer un deporte. Yo quería hacer fútbol y mamá quería que haga natación, así que me dio a elegir entre los dos y terminé eligiendo natación. Comencé en el club Del Progreso, no sabía nadar, solo iba con la idea de hacer algo y de un día para otro entre al equipo de competencias. Los profes vieron mis avances, mis ganas de seguir aprendiendo y decidieron de hacerme parte del equipo”, contó Tomás quien vivió un excelente cierre de 2019 y un espectacular arranque de 2020.

En diciembre pasado, en casa, logró el segundo puesto en la general de los 6.500 metros del Desafío al Canal Grande y ese fue el inicio de una espectacular cosecha de resultados. En enero se dio el gusto de ser parte de la fiesta del Tria de La Pera en Allen y ganar en postas siendo el primero en salir de las aguas del río Negro en el parcial de natación.

En ese mismo enero, el sábado 11, brilló en Necochea, en la multitudinaria cita de “RíoMar”, quedando quinto en su categoría y entre los 20 mejores de la general, entre más de 500 participantes que tuvo la competencia de 10 kilómetros.
La motivación siguió ascendiendo y se sumó a su esfuerzo por seguir entrenando más fuerte y las ganas de continuar aprendiendo.

“Todas fueron muy lindas experiencia, pero mi mejor resultado fue en la RioMar. Fue algo inesperado porque yo solo iba a probar algo nuevo y ver lo que se sentía nadar aguas abiertas en el mar. Nunca me imaginé que iba a quedar en el puesto 20 entre 500 nadadores en la general y quinto en mi categoría, siendo el más chico de la división y la competencia. Hasta el momento es el mejor recuerdo que tengo pensando en competencias de aguas abiertas. Otro lindo recuerdo también está en la pileta y fue en 2017 en Cipolletti cuando me pude colgar mi primera medalla en los 1.500 metros”, contó Tomás quien vivió lindos momentos en la pileta y ahora disfruta de ser animador en aguas abiertas.

Claro que la nueva especialidad exige adaptación y el joven nadador lo sabe y muy bien. “Sí, el cambio de la pileta al mar, al lago, al río es grande. Voy aprendiendo, sumando experiencia y aún no tengo decidido sí quedarme con una de las dos, pero por el momento me inclino más por aguas abiertas”, afirmó quien en el arranque de este 2020, en febrero, ganó la general de los 4 kilómetros del Desafío a Nado en Piedra del Águila y luego se lució en los 6,5 kilómetros de la Vuelta al Huemul en Bariloche, consiguiendo un excelente cuarto puesto en la general y el primero en su división con un registro de 1h31m17s.

Los grandes logros no pararon de llegar y también los viajes. El último fue a Chubut para provocar la admiración de organizadores y público en general en el Desafío de Aguas Abiertas del Lago Puelo, ganando la general de los 3.800 metros con un tiempo de 54m37s.

“Es mejor dejar que todo fluya y que las cosas lleguen solas y de a poco”
Pese a los logros y el crecimiento, Tomás tiene bien en claro que quiere lograr con su talento para nadar. Es cauteloso, va paso a paso y disfrutando.
“No hay ningún sueño o meta. Creo que si me pongo una meta o sueño por cumplir lo más probable es que lo pueda lograr y cuando lo cumpla, después no voy a saber qué hacer. Es mejor dejar que todo fluya y que las cosas lleguen solas y de a poco. Debo seguir por este camino, aprendiendo y ganar experiencia”, aseguró quien aguarda con mucho anhelo el regreso a los entrenamientos.

Es que en el agua se siente de gran manera y disfruta al máximo. “Por el momento, todo va bien, dentro de lo posible. Sí se extrañan los entrenamientos, las competencias, los amigos y amigos y por el momento me enfoco en ejercicios fuera del agua, ejercicios que me da un gran amigo que me dio el agua como lo es el entrenador Juan Contreras y ya en pileta y en las competencias, sigo los consejos de Rafael Palma, un entrenador con mucha experiencia. Hay que entrenar mucho para estar bien física y mentalmente para todo lo que se viene”, concluyó el destacado nadador.

Mientras espera por el retorno al agua, Tomás no se presiona ni se apura. Avanza a paso seguro, a brazada firme. Los estudios no se descuidan, la meta es la universidad y psicopedagogía y en el deporte, todo fluirá a su tiempo. Lo que sí está claro es que su pasión y talento para nadar ya se hacen notar en cada competencia que lo tiene como protagonista. (TodoRoca)

Tomás Cofré, talento en el agua y brazadas para soñar
Tomás Cofré, talento en el agua y brazadas para soñar