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06/04/2020

Una vida junto al deporte, con la pasión como principal virtud

Foto de Carlos Mir.
Foto de Carlos Mir.
Roberto "Paco" Bustos es referente del deporte roquense. Una historia llena de triunfos, logros, experiencias y anécdotas inolvidables.

Un “todoterreno” que suma y suma en una campaña deportiva llena de logros, de grandes experiencias y desafíos. Una campaña que está muy lejos de cerrarse, todo lo contrario. La vigencia y la gran preparación son virtudes que lo llevan a estar siempre competitivo. Y lo dejó bien en claro este verano, ganando la Regata del río Negro, una vez más, esta vez con un gran amigo: el también experimentado y reconocido atleta de Plottier, Nelson Vega.

En el ambiente deportivo es conocido como “Paco”, para el resto es Roberto Bustos y para otros muchos, en especial los deportistas más jóvenes, quizás es un desconocido y sus hazañas pasan desapercibidas. Y él, un hombre de perfil bajo y sencillo, nos es de andar contando sus inolvidables triunfos, podios, viajes por el mundo y objetivos cumplidos. Y ahí es donde el periodismo hace su parte y se convierte en nexo.

Y a veces hay casualidades que ayudan. En plena cuarentena, en casa, respetando el pedido de cuidarse y tomar con mucha responsabilidad cada medida en contra del coronavirus, “Paco” está ordenando cajas, carpetas y en esa tarea, el archivo personal se incrementó y el llamado periodístico llegó justo, para poder ser parte de esa recopilación de carreras y resultados.

“Justo me puse a ordenar papeles, revistas y aparecieron notas que ya ni me acordaba. Hay artículos en revistas que ni recordaba, como en El Gráfico y bueno (risas)…comencé a sumarlos a los que ya tenía y de paso me detuvo a repasarlos. Ya llevo cuatro días con esta tarea y siguen apareciendo cosas”, contó “Paco”, nacido el 9 de diciembre de 1951, esposo de Alicia y padre de Fernando y Mariano.

Basta un pequeño cruce de palabras para que el experimentado deportista roquense regrese en el tiempo y nos comience a llenar de imágenes y momentos la memoria. Hay una gran vida junto al deporte por contar.

El fútbol, la primera gran pasión
“Era un jugador atlético, de poca técnica, pero siempre estaba bien en lo físico”, recordó Roberto sobre esa etapa. Desde chico y hasta los 32 años, mantuvo una gran relación con el balón en los pies.
Su posición fue defensor, marcando en la zaga central o en el lateral derecho y durante mucho tiempo defendió los colores de Deportivo Roca y Argentinos del Norte. El adiós llegó en 1983, un año antes del nacimiento de Mariano, uno de sus hijos y otro gran deportista de reconocida trayectoria.

“Empecé a jugar al fútbol de muy chico, con el cura Videla, frente al hospital y luego estuve en Tiro Federal, jugando torneos a cancha llena y con la chance de darme grandes gustos como haber jugado en los tiempos de Omar Oreste Corbatta. Luego estuve en el Depo, con Rodolfo Santángelo como DT y con compañeros como Chula Fernández, Salcedo, Revelante y muchos más. Jugaba de cuatro, pero no me sentía cómodo porque yo era zaguero y sentía que me sacaban media cancha. Jugué mucho, pero un día me sentí aburrido, falté a un partido en Allen y ya el DT no me tuvo en cuenta. Me quise ir, pero él dijo que quería que me quedara, pero no se olvidaba del faltazo a Allen (risas). A los 25 pasé a Argentinos y allí estuve hasta el adiós. Ahí jugué de seis, con Orlando Coronel como DT y un lindo plantel con el Chivo González, Salcedo, Jorge Quesada, Vázquez y Ricardo Iturbe, entre otros”, recordó Roberto que en invierno jugaba al fútbol y en el verano estaba en el río con el remo y que ya tenía experiencia en la Regata del río Negro en la que debutó en 1973 uniendo el Valle con Bariloche junto a Abel Gallegos.

En el fútbol hay miles de recuerdos y anécdotas, pero una vale para resumir como era Roberto por entonces. Contó varias, sobre alguna expulsión alguna por empujar al árbitro en Regina, otra al salir de la cancha haciendo gestos a la tribuna visitante o aquélla tarde en cancha de San Martín cuando “Paco”, con Argentinos del Norte estaba jugando ante Cipolletti y un expulsado DT “albinegro” Cayetano Rodríguez se iba muy lento, insultó a Roberto y la reacción del más grande de los Bustos fue “una patada en el trasero” que terminó haciendo reír a todo el estadio por cómo fue.

Y así va la charla, saltando de año en año, de competencia a competencia y de muchos momentos especiales. Uno, ya en pruebas combinadas, lo vivió en 2001, corriendo por primera vez con su hijo Mariano y con otro roquense experimentado como José Robles, ganando el clásico Aventura Cervantes.
Mariano tenía muchos nervios, pero pese a su juventud y humildad ya mostraba un gran talento. El mismo que lo llevó, entre otros tantos logros, a consagrarse campeón Argentino de Rally Marathon en Río Ceballos, Córdoba, en sub23, superando a los hoy reconocidos Catriel Soto (olímpico) e Ignacio Pereyra, entre otros.

Con Mariano y con otro ascendente juvenil roquense como era Jonathan Aguilera, “Paco” fue parte de una experiencia increíble en la Eco Peugeot en Bariloche. “Ganamos la primera etapa a grandes atletas y cuando llegamos teníamos a todas las cámaras para nosotros, entrevistas, era impensado y lindo a la vez. Ya al otro día nos alcanzaron, pero ese día hicimos la diferencia sobre la canoa (risas)”, recordaron los Bustos haciendo memoria sobre otra competencia compartida y disfrutada.

Muchas historias, muchos logros
Luego de la etapa del fútbol, llegaron las competencias en diferentes disciplinas. En 1984 llegó, entre otros, el triunfo en la Regata del río Negro, la siempre especial competencia que tenía muchas etapas y un largo y exigente recorrido.

“Yo empecé de grande en el mountain, a los 38, pero antes no había nada de ello. Gané el Desafío de los Volcanes en 2001 y ya tenía 50 años”, destacó Roberto quien en el mencionado éxito de Mariano, ese mismo día, festejó el título nacional en Máster C.

Pero “Paco” rinde un examen duro, quizás complejo que el de una dura prueba aventura. El de recordar los triunfos más importantes dentro de una trayectoria en la que sumó más de 500 podios. Y en ese listado hay diez títulos argentinos, un Panamericano, otro Sudamericano y festejos en todo el país, además de presencias internacionales en Malasia, México, Estados Unidos, Uruguay y Chile.

“Tuve la suerte de correr con grandes compañeros y rivales como Sebastián Tagle, Loly Roberts, Florencia Gorchs y muchos más. No olvido el triunfo en la Regata del río Negro en 1985 con Juan Cruz Labrín, la victoria de 2001 en el Desafío de los Volcanes con Curipán y Vera y el primer puesto en el Desafío Invierno, prueba de tres días en Villa La Angostura, corriendo junto a Fernando Helling y Pablo Sfeir. Me encantan las pruebas de aventura, de varios días y que suman diferentes disciplinas. En 2004, con María Alejandra “Laly” Ulehla ganamos el Cruce de Los Andes en la categoría y fuimos sextos en la general y por supuesto que le guardo un lindo lugar en el recuerdo al paso por el Tetratlón de Chapelco donde tuve la suerte de ganar en 1991 y subir al podio en otras tres ocasiones casi seguidas a esa victoria. No me puedo quejar, el deporte me ha brindado grandes momentos”, repasa de manera veloz, sin dudar, quien saldo una cuenta pendiente en el verano corriendo con Nelson Vega y ganando la Regata en Travesía con una brillante tarea para unir Neuquén con Viedma.

“Son muchos los lindos momentos vividos y cada uno guarda un lugar especial, más allá del resultado”
Pero la charla es rica y podría durar muchas horas más. Y aparecen recortes, revistas, entrevistas y logros. Como las victorias en el Tetra de la Manzana, en la general de 1991 y 1992 y los festejos en postas de 2007 con Laura Fontana y en 2008 con Guillermo Di Renzo (hijo).
“Son muchos los lindos momentos vividos y cada uno guarda un lugar especial, más allá del resultado”, soltó “Paco” mientras comparte las publicaciones.
Claro que la Regata guarda un gran espacio en la rica historia deportiva de “Paco”. Desde la victoria en 1973 para unir Bariloche con Roca, pasando por el festejo de 1985 y los últimos logros. Además, en otras tantas ocasiones peleó mano a mano con grandes figuras con Cirillo, Martinovich, Marello y muchos más. “Fueron años espectacular, de lindas batallas por todo el río Negro, con competencias de más de diez etapas y muy exigentes, pero muy atrapantes”, recordó, con una gran sonrisa, al referirse a esas inolvidables batallas sobre el bote.
Pero, además, en el agua fue campeón Argentino de Descenso en 1989 y subcampeón Argentino en la modalidad maratón un año antes.
El recuerdo nos lleva por el título en el circuito Nacional Nike de 1992, año en el que fue elegido el mejor deportista de Río Negro, como por el triunfo en 2000 en el Raid Adventure de Uruguay en un año espectacular, la victoria en 2004 en el Cruce Quilmes de Los Andes en mixtos y la inolvidable y dura experiencia por Malasia con el 8º puesto con el equipo argentino en el Mild Seven Outdoor, prueba aventura de gran nivel mundial.

La nieve tiene guardadas sus huellas ganadoras
El palmarés de éxitos de Roberto parece no tener fin y su currículum es amplio y con paso por competencias muy reconocidas.
Una de ellas es el Tetratlón del Chapelco, en San Martín de Los Andes y la ciudad neuquina guarda grandes recuerdos del experimentado roquense. En 1991 ganó la general y un año después fue segundo. Y ha regresado en varias ocasiones y volvió a escribir su nombre como ganador. En 2002 y 2003 fue ganador, ya como Máster.
Y también se subió a lo más del Tetra de Las Leñas en Mendoza en 1993, ciudad en la que también ganó el Triatlón en 1996.
Para esos logros aparecen los testimonios escritos en “El Gráfico”, la revista por excelencia para los amantes del deporte argentino, en especial entre los años 80 y 90. Como también otros medios especializados. En uno de los artículos, en extenso, también se habla del ya recordado, por “Paco”, triunfo en el Desafío Invierno en Villa La Angostura junto a Fernando Helling y Pablo Sfeir. Un equipazo.

Otro gran team, con mucho de especial, se armó en 2016 junto a su hijo Mariano y el atleta roquense Héctor García y Ezequiel Detry de Villa La Angostura, para ganar el Tetra de Chapelco en postas. Fue justo a 25 años de su primer éxito individual, el de 1991.

Sobre la bicicleta, cientos de conquistas
En el inicio de los recuerdos, Bustos hizo referencia a sus 38 años y el inicio de las competencias sobre la bicicleta de mountain bike. Pero no perdió el tiempo y sumó, una tras otra, pruebas en diferentes puntos del país, Sudamérica y el mundo, llegando a ser mundialista.
En 1994 fue campeón argentino Master, dueño del título sudamericano en Chile y quedó en un gran top 20 en el Mundial, corriendo en Estados Unidos.
En 1998 volvió ser dueño del título nacional master luego de ganar todas las fechas. Se impuso en Bariloche, Mendoza, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. Con todos esos logros lo recibió, ese mismo año, el Panamericano de Toluca, en México, logrando el quinto puesto.

Los años pasaron y los logros de Roberto no pararon de incrementarse, sea la disciplina que sea, en casa, cerca de casa o bien lejos de ella y cada uno es especial. Y cada uno se guarda en el recuerdo de un “Paco” que irá por más porque su pasión por el deporte está intacta. En silencio, apostando a su experiencia y entrenamiento, muy pronto estará escribiendo otra gran página para un libro lleno de lindos capítulos. Y aguardamos, con gusto, por leerla. (TodoRoca)

Una vida junto al deporte, con la pasión como principal virtud
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