Fútbol

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13/12/2019

La violencia, otra vez protagonista

La mamá de un jugador de La Amistad fue impactada en su rostro.
La mamá de un jugador de La Amistad fue impactada en su rostro.
La Amistad ya festejaba su título y Deportivo Roca recibía el aplauso de gran parte de su público, pero desde fuera del "Luis Maiolino" llovieron piedras y una mujer fue herida. Lamentable.

Era el cierre de una atractiva noche de fútbol en la Liga Deportiva Confluencia, con el folklore de siempre a la hora de una final: unos festejando y otros tristes por no lograr el triunfo. Pero no fue el cierre soñado. En la noche del jueves, en el "Luis Maiolino", mientras La Amistad ya festejaba su título y Deportivo Roca recibía el aplauso de gran parte de su público, desde fuera del "Luis Maiolino" llovieron piedras lanzadas por un grupo de la barra del "naranja" y una mujer fue gravemente herida en su rostro. Lamentable y vergonzoso. Penoso.

"Que una puerta fue forzada", "que falló la policía", "que no debieron salir los hinchas". Muchas opiniones y una triste realidad: otra vez la violencia presente y por esas cosas de la vida, el saldo no fue peor que lo vivido, pero la mamá del defensor de La Amistad, Rodrigo Mora, quien como toda la gente que acompañó al club cipoleño quedó expuesta a la lluvia de piedras gigantes que volaron desde la calle, de la Belgrano, hacia dentro del estadio, cayendo en esa tribuna. Corrida, gritos y pedido de ayuda para asistir a esa persona que sufrió un terrible impacto en el rostro. Llegó la ambulancia y fue trasladada a un sanatorio local.

Las piedras llegaron hasta el campo de juego y los espectadores de la tribuna visitante corrieron a buscar refugio para escapar a los impactos. 

Nada justificó nada. Ni un resultado, ni nada. Una vez más, "los menos", los "que dicen ser hinchas y querer a un club", fueron los violentos que empañaron la fiesta de dos equipos que, cada uno con sus virtudes y defectos, dejaron todo por el título. Y arruinaron la fiesta del resto, del lindo marco que tuvo el "Maiolino":

Mientras los simpatizantes (todos familiares) de La Amistad festejaban en la tribuna con sus jugadores en la cancha y la platea aplaudía de pie al juvenil "naranja" por su brillante campaña, llegó lo injustificado, lo no deseado, lo repudiable: las piedras lanzadas por violentos que se retiraron antes con el solo objetivo de arruinar todo, de dañar y lastimar.  Vergüenza. 

La triste situación duró unos minutos y volvió la calma en todo en el estadio. La policía salió a la calle, pero ya era tarde. La violencia ya había ganado otra vez: una señora que acompañó a su hijo para verlo jugar una final de fútbol terminó internada y con graves heridas en su rostro. (TodoRoca)