Una experiencia que no olvidará nunca

Una experiencia inolvidable, un recuerdo para toda la vida. Marcelo Ortiz y Luna, padre e hija alcanzaron este domingo la meta en la 35º Maratón de Buenos Aires. Con una alegría inmensa y una felicidad enorme cruzaron la meta luego de completar los 42,195 kilómetros y no es para menos.

La idea comenzó hace un tiempo, cobró fuerzas a medida que pasaron los días y se concretó: estar en familia, corriendo con "Lunita" en un carrito, en una gran cita deportiva, multitudinaria y disfrutando al máximo. 

A las 7, ambos comenzaron a recorrer, junto a otros 10 mil atletas, las calles porteñas y lo hicieron con alegría y disfrute. El reloj se detuvo en 3 horas y 23 minutos.

Ambos fueron acompañados por Diego Tripailao quien los asistió durante todo el recorrido. "No tengo muchas palabras para expresar lo que siento. Es todo emoción y felicidad. Gracias a todos por el aliento. Con Lunita vivimos un día único", contó Marcelo a pocos minutos de cruzar la meta. (TodoRoca)