Laburante en las calles

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26/07/2019

Su negocio en su baúl: Aníbal y su rebusque saludable

Su negocio en su baúl: Aníbal y su rebusque saludable
Su negocio en su baúl: Aníbal y su rebusque saludable
Desde hace añares, vende frutas y verduras en alguna esquina de la ciudad. Lo lleva y lo acompaña su vieja Renault 12 familiar.

Para llegar a su trabajo, solo debe cargar bien el baúl y estacionarse en una "esquina movida". Ya ni lo piensa, lo hace. Desde hace más de 20 años. Y para comenzar a trabajar solo le basta un movimiento: abrir el baúl de su viejita pero querida Renault 12 break.
Allí ofrece a quien pase un muestrario colorido de frutas y verduras. Es su oficio, es su laburo y un obligado "rebusque" que le permite vivir día a día.
Anibal tiene 62 años y resiste al frío, al calor, a las lluvias, siempre paradito en una esquina de la ciudad, donde espera a sus clientes: prepara las naranjas, bananas, mandarinas y también algunas verduras en cajones que ubicó estratégicamente en su auto, alista la balanza y vende.
"Desde hace muchos años salgo con mi auto y vendo, antes era más rentable, pero algunos manguitos siempre me llevo a mi casa", cuenta. La idea se le ocurrió para intentar salir a flote en épocas de vacas flacas.
"La gente compra, no como antes, pero trato de conseguir productos en los depósitos o en las chacras para que que no sea tan caro", dice. Manzanas, por ejemplo, casi ni vende porque pese a estar "a dos pasos" de las chacras, los costos son altos. "Está muy cara porque viene del frío, y la calidad a veces no es buena, entonces no vendo".
Destaca la estrategia de ingeniárselas cada día para salir a trabajar, dignamente y sin causar problemas. Desde la mañana, alrededor de las 8:30 en adelante. "Me voy tipo 6 de la tarde cuando está lindo". 
"Trabajé en chacras, podé y hace 43 años que estoy en Roca todos me conocen", finaliza, mientras embolsa. Siempre busca que alguna oferta llegue a sus compradores. "Hoy a nadie le sobra...", razona, y va en busca de otro cliente. (TodoRoca)

Su negocio en su baúl: Aníbal y su rebusque saludable