29/05/2019

Crimen de Sofía: "Lo único que quería era que se salvara", dijo la madre

Crimen de Sofía: "Lo único que quería era que se salvara", dijo la madre
Crimen de Sofía: "Lo único que quería era que se salvara", dijo la madre
Janet Neira, la madre de la niña de 3 años que murió víctima de un abuso sexual se encuentra detenida, y habló en exclusiva con TodoRoca.

Por Luis Leiva

 

A Janet Neira los 27 años le pesan como si fueran muchos más. Desde el 4 de febrero que esta joven, oriunda de Villa Regina, se encuentra detenida en una comisaría de Roca y para el Ministerio Público Fiscal, es responsable -como partícipe necesaria- del crimen de la pequeña Sofía (3), quien murió en el Sanatorio Juan XXIII, como consecuencia de una peritonitis que habría devenido de un abuso sexual. 

Por el caso, también se encuentra detenido Marcos González (29), quien por ese entonces era su pareja, y sería el autor del ataque contra la niña.

"Tal vez soy culpable de no haber pedido ayuda a tiempo porque nos golpeaba (González) y nos maltrataba, pero no soy culpable del crimen de mi hija, yo la amaba como a mis otros dos hijos", contó la joven, quien por estos días continúa detenida en la Subcomisaría de Padre Alejandro Stefenelli.

Janet contó su historia. Y relató que a González lo conoció por Facebook cuando vivía en Villa Regina. "Yo tenía una casa y me entraron a robar, me llevaron todo, habían roto las puertas y las ventanas, entonces la cambié por muebles y me fui a vivir a Lamarque, donde estaba él", comenzó explicando en la charla con TodoRoca.

Pero la convivencia se fue complicando en muy poco tiempo. 

"La relación fue pésima, horrorosa", dijo y aseguró que apenas duró tres meses. Contó que tras intercambiar su vivienda se fue a Lamarque porque quería modificar todo lo malo que le había pasado en Regina. Así comenzaron la convivencia el 6 de octubre cuando llegó a Valle Medio.

"Los primeros días era amable pero después empezó a cambiar, a ser más agresivo, a insultar, a controlar, a golpear", relató. 

Detalló que poco a poco se fue apoderando de la situación. "Me empezó a controlar, me decía que era de él, y decía que como él trabajaba tenía derecho a todo sobre nosotros".

"Empezó a golpearme en las piernas, a pegarme, a ahorcarme. Me pegaba con las manos, golpes de puño en los brazos y en las piernas. Una vez me pegó una patada en el estómago y comenzó a decirme muchas malas palabras, los peores insultos que se le pueden decir a una mujer, para denigrarme y decirme cosas feísimas en la calle".

"Sos una puta". "Tu amiga (por una joven que vivía en su casa) te hace coger con todos tus amigos cuando me voy a trabajar (...)". "Todas las mujeres son iguales". "A tu familia no la vas a ver más". Esos eran algunos de los insultos que le lanzaba. Incluso le reprochaba que "seguramente todos los amigos que tenía en Facebook y WhatsApp me habían cogido".

"Ya no se podía seguir viviendo era luchar día a día contra eso. Cuando no estaba (González) podía disfrutar de mis hijas y estar tranquila. Cuando volvía del trabajo lo primero que hacía era sacarme el celular de la mano, quería saber quién me escribía, qué había hecho", dijo.

"A mi hija más grande le decía que si alguien le preguntaba quién les pegó, tenía que decir que era su mamá, que él no les hacía nada", relató.

Pero los días fueron pasando y todo se agravó. 

- ¿Por qué no pediste ayuda?

-Una sola vez lo hice, y fue en enero, pero era demasiado tarde. Victoria Judith Benítez era una chica que vivía con nosotros. Esa noche (su pareja) nos encerró en la habitación. Cerró la puerta por fuera. Habíamos discutido porque quería pegarle a mi nena y yo se lo prohibí como lo hacía casi siempre. Y me tiró contra la puerta ejerciendo mucha fuerza. Y ella (la chica) lo vio. Fue ahí que le dije que no aguantaba más que no podía seguir así. Con los vecino no hablaba y con la familia de él tampoco podía hablar porque pensaba que podía ser peor. 

-¿Y tu familia?

Yo tenía poco contacto con mi mamá. Pero él a vece le escribía a mi mamá. Ella le escribió a mi nene para su cumpleaños y le dijo que ya no eran sus nietos que se olvidara de ellos. Se tomó muchas atribuciones. Tenía el control de la familia. Me decía 'yo soy el que trabaja y con ustedes puedo hacer lo que yo quiera'. Me decía que el día que nos fuéramos de su lado nos iba a apuñalar, nos iba a matar.

Al ser consultada por el periodista de este medio, Neira reconoció que ella detectó los golpes en el cuerpo de su hija pero dijo que nunca imaginó que era víctima de abuso. "Él ejercía los golpes y yo se los prohibía y se la agarraba conmigo, a los golpes, a los insultos". 

 

La denuncia y detención

La mujer contó que nunca imaginó que su hija era víctima de un abuso. Es más, explicó que a ella le informó el cirujano en la clínica Juan XXIII tras la operación, cuando ya Sofía estaba en estado crítico.

"Nunca lo pensé, nunca lo imaginé. A mi hija la higienizaba todos los días y nunca le vi ninguna lesión a la nena. Nunca vi un indicio que me diga que era abusada. Antes ni lo sospechaba siquiera", contó en medio de lágrimas.

Tras hablar de la escasa intervención que tuvo la Justicia y el Senaf en el caso, dijo que se sintió que "el mundo se le venía abajo" cuando el médico le contó eso.

"Sofía había tenido varios problemas de salud desde chica. Yo lo único que quería era que se salvara. Cuando el cirujano me lo dijo yo le contestaba que no podía ser porque yo la miraba...nunca había visto nada".

Luego vino la historia que ya es conocida. Neira y González fueron detenidos tras el pedido realizado por el fiscal Luciano Garrido quien en una primera instancia intervino en la causa. "Recién al otro día me enteré que había fallecido, en el juzgado", dijo.

"No podía creer que haya sido abusada, no entendía por qué nos había hecho tanto daño, por qué nos agredía a mi y a Sofía. Siempre escuchaba sus insultos, sus golpes, el que no vales nada. Era una relación fea, había que hacer y decir lo que él decía", dijo la joven.

 Dolor

Janet dice que a sus hijos los extraña todos los días. No sólo a Sofía sino al resto de los pequeños a los cuales no pudo ver nunca más. "Extraño a mis hijos, todavía no sé cómo están...me dijeron que estaban en un hogar. Trato de pensar que están bien. Deseo poder verlos y no me dejan", se lamentó.

"Hay veces que ya no puedo más. Me culpan de algo que no hice. Yo a mi hija no la abusé...nunca participé de nada...Ni lo imaginaba. Hay días que quiero que Diosito me lleve...quitarme la vida sería como decir que soy culpable por eso trato de seguir adelante día a día. Hoy lo que más me gustaría es que se sepa la verdad, que los golpes que se llevó mi hija no eran míos". (TodoRoca)