13/01/2019

Las relaciones, el amor y las oportunidades

Las relaciones, el amor y las oportunidades
Las relaciones, el amor y las oportunidades
En su primera columna del 2019, el psicólogo Gustavo Marín, nos llama a reflexionar sobre la posibilidad de conocernos más a nosotros mismos.

Cuando te enamoras de alguien y puedes estar consciente, esa es una relación y situación que nos puede dar la oportunidad de conocernos más a sí mismo.

Y si esa persona, por lo que fuera, te deja, te frustra, es que la vida te está dando la oportunidad de conocer otro aspecto de vos mismo, qué te sucede ante las pérdidas, qué tanto te apegas y dependes de las personas y su aceptación o rechazo ¿Tengo miedo a estar solo? ¿Necesito que me quieran?

Y si esa persona vuelve y te desconciertas, la vida te esta dando herramientas para mirar como procedes con lo impredecible ¿Puedo pensar que no todo depende de mi control?

Y si ahora eres tú el que no quiere estar con esa persona, con ese trabajo, en ese lugar, todo sigue siendo una oportunidad de conocerte a ti mismo, qué te sucede ante los cambios ¿puedo decir NO?, ¿me da culpa?, ¿corro riesgos o solo busco lo seguro?

Todo en la vida es un viaje, una invitación al auto-conocimiento, a des-cubrirse en vez de andar proyectando tu amor, tus enojos, tus frustraciones, tus angustias, tus miedos sobre los demás, sobre el mundo, sobre la vida.

Es necesario asumirse si queremos volvernos “enteros y auténticos” y vivir en plenitud, que nada tiene que ver con la ilusión de felicidad enlatada /mercantil e infantil que nos venden las propagandas publicitarias.

Siempre se trata de sí mismo y la relación particular que desarrollemos con el mundo. Todo sucede dentro de nosotros, no vale la pena evitarlo, negarse a sentirlo, posponer, aguantar, luchar, o seguir en piloto automático como si nada pasara y mentirnos con el “todo va bien, es lo que hay”.

No se trata de lo que los demás o la vida hace conmigo, sino de lo que yo hago con las circunstancias que se me presentan, y qué voy descubriendo de mí mismo en ese proceso. Y así puedo ir re configurando ese “quién soy”, con que máscaras o personajes me voy moviendo, porque lo aprendí, por miedo, por culpa, por impulsivo, por no saber qué otra cosa hacer.

Difícilmente pueda estar en PAZ conmigo si no me conozco, no me acepto, no vivo lo que siento y estoy a la defensiva, y me oculto, me victimizo, o juego al “yo puedo todo”, “yo tengo razón”, “el mundo es injusto”, “no puedo parar”.

El aforismo griego "Conócete a ti mismo" inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos, es nuestra tarea esencial en esta vida, imprescindible para vivir con sentido, y las relaciones son una puerta oportuna.